Transformación de adentro hacia afuera

¿Te pasa que observas la realidad de tu empresa, en el ámbito que prefieras, y deseas construir una mejor realidad, ya sea que con eso te refieras a tener resultados distintos, tener el mejor equipo de trabajo posible, tener tiempo para ti y para tu familia, sentirte libre y no esclavo de tu propio rol o negocio?

¿Te pasa que tu primer impulso es sentarte a definir un plan y tomar acción allá afuera, en relación con esos aspectos que quieres cambiar, quizá haciendo cambios en tu equipo, definiendo mejor tus procesos para que el trabajo fluya sin contratiempos, invirtiendo en tecnología y marketing digital para crear una comunidad leal a tu marca, y tantas posibilidades según la situación que te esté atormentando?

Sí, es lo que has aprendido sobre negocios, y si esas son las ideas que rondan tu mente, significa que sabes cómo funcionan los negocios. La pregunta que puede ayudarte en este punto es ¿si de eso se trata, y ya es bastante aprender a invertir, arriesgar, integrar equipos, por qué no es tan sencillo que funcione en la realidad?

Te diré que es cuestión de orden. Al querer cambiar la realidad actuando directamente sobre ella te estás saltando un paso: la realidad que ves afuera sólo es un reflejo de tu realidad interior, por lo que sí, la forma más efectiva de cambiar tu realidad externa es indagando y transformando tu realidad interior.

Hacer un cambio de enfoque

Seguro que ya lo habías escuchado: como es afuera es adentro. Es un cambio de enfoque que ha incidido más rápido en otros ámbitos sociales y está tomando más tiempo en las empresas. La ventaja es que funciona exactamente igual y si te animas a probarlo verás que si eliges transformar la realidad de tu empresa desde la transformación de tu interior, será una experiencia más enriquecedora, más sencilla (también tiene sus complejidades) y sobre todo más fluida, que si intentas controlar tu realidad a base de esfuerzo y sobre exigencia que como sus nombres sugieren, te pone en conflicto contigo mismo y te pueden dejar muy desgastado e insatisfecho.

¿Significa que tienes que ir a terapia? Por favor ten en mente la idea, es un recurso muy útil cuando algo no parece funcionar como esperas en algún aspecto de tu vida. Afortunadamente para interiorizar hay muchos otros recursos de los que te puedes apoyar.

En este artículo te compartiré una herramienta que puedes poner en práctica hoy mismo en tu oficina y la elegí porque no requiere experiencia previa. Sólo requieres lápiz, papel y saber escribir.

Antes de explicarte la técnica, quiero proponerte unos ejemplos de posibles realidades que te pueden tener incómodo o incluso puede que ya se hayan convertido en estrés crónico, insomnio, falta de interés y otros síntomas del famoso burnout.

Son ejemplos relacionados con el liderazgo y el desempeño de los equipos de trabajo, que suelen repetirse en experiencias con algunos clientes, así que espero que te puedas identificar con alguno, o que te sirvan de inspiración para ubicar qué aspecto de la realidad de tu empresa podría estarte invitando a echar una mirada hacia el interior:

  • Mi equipo de trabajo no está funcionando como espero. No está dando los resultados que acordamos y aunque lo hemos platicado hasta el cansancio, ya no tienen interés en tocar el mismo y desgastado tema.
  • Tengo un buen equipo de trabajo, hemos ido logrando las metas que nos proponemos, pero no logro que colaboren entre ellos, es como si cada uno trabajara sólo por lo suyo y constantemente surgen situaciones de las que ninguno se hace responsable.
  • Estoy integrando un nuevo equipo de trabajo, tengo muy claro el talento que requiere la empresa en esta etapa, pero temo apostar por los mejores por no poder sostener el costo.
  • Me siento presionado por dar resultados, la empresa tiene una nueva estructura, con metas y mediciones muy específicas y mi equipo no me está siguiendo el ritmo. Tengo que estar encima de ellos para que hagan lo que tienen que hacer.  

Uff, ¿algo así? Primero, si tú eres el líder del equipo, déjame decirte que si se trata de un equipo, los resultados que está teniendo el equipo son un reflejo de la suma de realidades interiores de los miembros del equipo, como una unidad. Lo aclaro para desmitificar la imagen de héroe que hemos creado de los líderes en una empresa.

Cada uno asume su parte de responsabilidad y es que de hecho, se encuentran trabajando juntos por resonancia. La vibración individual armoniza con la del conjunto y esa la principal razón por la que fueron seleccionados, más allá de su perfil laboral. Esto no es esoterismo, lo explica la física cuántica. Todo lo que existe (incluidas las personas) está hecho de partículas y estas generan una vibración que de forma natural entrará en resonancia con una vibración similar y la reforzará. Por eso los nuevos miembros de un equipo con el tiempo se van pareciendo más al resto, y también los integrantes originales se modifican un poco con la llegada de alguien nuevo.

Si ya estás inspirado sobre la realidad que te aqueja, ¿cómo puedes identificar la realidad interior que está proyectando esos resultados afuera? Al transformarla, contribuirás a modificar la realidad del conjunto, independientemente de que puedes compartir con el equipo el ejercicio y crear una sinergia interesante. Si todos movilizan la energía estancada (pensamientos repetitivos que refuerzan las conexiones neuronales) el resultado se amplifica.

Y ¿qué es interiorizar o mirar hacia dentro de ti? Quiero ofrecerte una idea que te invite a seguir investigando porque lo importante no es la técnica. Recursos hay infinitos y tú vas a elegir el que mejor vaya contigo.

Amplía tu dimensión

En términos prácticos, ir hacia adentro es indagar en el inconsciente, o esa dimensión de la psique que es significativamente más amplia que la dimensión consciente y que influye tras bambalinas a menos que la persona elija auto observarse

¿Indagar qué del inconsciente? También para ser prácticos, el elemento central son los pensamientos, que exponen las creencias que a lo largo de la vida, y a través de la herencia transgeneracional y de la historia de la humanidad, las personas han integrado sin cuestionar. Por si aún dudas si hacerte cargo de esta parte de tu estructura psíquica, va esta frase atribuida a Carl Jung: “hasta que lo inconsciente no se haga consciente el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino”.

Ejemplos

Ahora sí, volvamos a los ejemplos. Retomo uno para aplicar la técnica que te propongo, llamada “El trabajo” o “The work” en su idioma original, simplificada aquí por tratarse de un artículo, que fue desarrollada por Byron Katie.

Katie propone empezar por señalar con el dedo. Es una linda forma de empezar pues eso nos sale bien a todos. Así que empieza por emitir todos los juicios que tengas sobre la situación, persona o personas que te están provocando la incomodidad o sufrimiento en tu lugar de trabajo. Este es un ejemplo. Intenta describir todos tus juicios. Aquí lo acortamos a propósito:

  • Mi equipo de trabajo no está funcionando como espero. No está dando los resultados que acordamos y aunque lo hemos platicado hasta el cansancio, ya no tienen interés en tocar el mismo y desgastado tema.

Algunas preguntas que te pueden ayudar a expresar tus juicios son estas:

  • ¿quién te hace sentir así?
  • ¿qué quieres que haga esa persona/equipo?
  • ¿cómo quieres que cambie?
  • ¿qué debería hacer, pensar o sentir?
  • ¿qué necesitas de esa persona/equipo?
  • ¿qué piensa de ella / del equipo?

Luego propone hacerte 4 preguntas que son la esencia de su metodología, por cada afirmación que hayas hecho. En este caso ejemplificaremos con la primera afirmación: Mi equipo de trabajo no está funcionando como espero.

  1. ¿Eso es verdad? (el primer impulso es decir sí; esta pregunta te invita a cuestionar, a tener evidencias)
  2. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad? (segundo intento de cuestionar; ¿qué significa para ti o qué consecuencias tiene para ti esa “verdad”?, ¿qué obtendrías si fuera diferente, qué es lo peor que podría pasar? ¿cuál es el “debería”?)
  3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento? (aquí describes el sufrimiento que te causa, el efecto interior en ti de ese pensamiento)
  4. ¿Quién serías sin ese pensamiento? (haz uso de tu imaginación, piensa en el equipo e imagina que no tienes ese pensamiento sobre ellos)

Y mi parte favorita, por reveladora, “haz la inversión”. Aquí viene bien una frase atribuida a Alejandro Jodorowsky “Todo lo que dices habla de ti, sobre todo cuando hablas de algún otro”. Katie propone 3 posibilidades de inversión:

  1. Hacia mí mismo: Yo no estoy funcionando como espero.
  2. Hacia otra persona (los involucrados en los juicios): Yo no estoy funcionando como mi equipo espera.
  3. Hacia lo opuesto: Mi equipo no debería funcionar como yo espero.

¿Qué tal? ¿Cuál de los 3 tipos de inversiones te hace sentir más aliviado? ¿Cuál te libera de encontrar afuera el origen de esa realidad que no te gusta? ¿Cuál de todas las verdades es más tu verdad? ¿Dirías que sólo en ocasiones? A veces ayuda aceptar poco a poco. Y respira, la respiración facilita la interiorización; al destensar te ayuda a dejar entrar nuevas posibilidades que te permitan actuar desde un nuevo lugar y salir del ciclo repetitivo.

Y ojo con pasarte al otro extremo de la culpa y la vergüenza. Tampoco es un lugar efectivo. Todos lidiamos con un infinito espacio inconsciente. Si surgen esas voces, identifícalas y dales espacio para que se expresen. Agradéceles y respira por haber hecho el trabajo de liberarlas.

Recomendaciones finales…

Lo que sigue es un complemento que te propongo a la metodología de Katie:

  • Reconoce ante tu equipo tus dificultades. No te hace más débil, sino más humano. Abrirás la puerta a vínculos basados en la confianza y la responsabilidad.
  • De ese reconocimiento vendrán acciones distintas, que se sienten más naturales y fluidas que si las forzaras movido sólo por el resultado distinto que quieres ver afuera. Habrás hecho el ejercicio de llevar algo del inconsciente a la conciencia ¡Bravo!

Bien, estás listo para empezar a cambiar tu enfoque de solución de problemas. Anímate, seguro serás pionero. Hacen falta almas valientes en todas las instituciones de la sociedad. La empresa es un espacio muy conservador aún, y tú debes ser de esos inconformes, si es que llegaste hasta aquí. Además de práctico, el ejercicio que te propongo me gusta porque es evolutivo. Con el tiempo, podrás reconocer no sólo tus juicios hacia los demás, que como viste son más bien juicios sobre ti. Empezarás a reconocer más fácilmente sus dones y talentos, que por lo mismo están también en ti.   

¿Tienes alguna duda?

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Un abrazo,

Equipo Decires