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Toca hablar de un tema sobre el que aún existen posturas poco definidas en las empresas; el equilibrio entre la mente y el corazón. No es que sea políticamente correcto integrar las emociones ni que la llamada generación “cristal” haya puesto de moda la fragilidad y la sensibilidad; es que mente sin corazón es igual a una persona dividida, escindida o incompleta. Lo opuesto a vivir en plenitud, unidad y conexión.

¿Eres de los que se consideran muy mentales? Yo he estado en ese grupo y sé lo que significa: que todo se genera ahí, en tu mente. Le confías toda tu vida. La usas para decidir, para relacionarte con los demás, para crear tus proyectos, para prepararte para un nuevo desafío, para comunicar lo que necesitas, y mucho más.

Lo haces así en todos los ámbitos de tu vida, y con más obsesión cuando estás en modo hombre o mujer de negocios, ¿cierto? Usar activamente la mente se considera un signo de mucha inteligencia, visión y certeza.

Quizá estés pensando (¡claro!) ¿hay otra manera de hacerlo? Alguna vez una de mis maestras de yoga preguntó, ¿en qué parte de tu cuerpo pasas más tiempo? Y confieso que entonces me pareció una pregunta muy estúpida. De ese nivel estaba mi consciencia sobre mí misma. Pensé (¡claro!) obvio, en mi mente, ¿dónde más?

Mente sobrecargada y estrés, ¿signos de los tiempos “modernos”?

Si has experimentado tensión en el cuello y los hombros, dolor de cabeza e incluso migraña, insomnio, movimientos automáticos y repetitivos en el cuerpo (pies, piernas, manos, párpados), sensación de inseguridad e insuficiencia, dificultades para respirar, taquicardia, y así, es muy probable que estés sobrecargando tu mente. También pueden ser síntomas de otra cosa. Los describo para este fin específico y no desde una óptica médica exhaustiva.

¿Qué nos trajo a ese estado de estrés al que tristemente parece que nos hemos acostumbrado? Un modelo de pensamiento centrado en lo visible, lo externo, el lado masculino de la vida; y que con semejantes señales contrarias a la salud, ya es urgente equilibrar, integrando su opuesto; el lado invisible, interior y femenino de la vida; al que pertenece el corazón o centro emocional.

¿Por qué la mente está del lado de lo visible, exterior o masculino? Los pensamientos (mente), igual que las emociones (corazón), son energía, son invisibles, sin embargo, el uso excesivo de los pensamientos genera un desequilibrio hacia lo visible porque su foco está en el exterior, como en los ejemplos dados: decidir, relacionarte con otros, comunicarte, crear, tienen como propósito materializar algo afuera de ti, y dicho así suena divino. El desajuste se genera cuando ese “materializar algo afuera” no pasa por tu corazón, sino que lo ignora o incluso le pasa por encima.

Una nueva mirada

Esto último me sacó un suspiro. Hace unos días sentí la necesidad de darme un baño de tina y me dio por ponerme muy ritualista, y a la hora de decir mi intención, mi mente dijo “quiero una limpieza energética”. Toqué mi corazón y me dijo “quiero celebrar la vida”. La primera frase venía del miedo; la segunda venía del amor. La segunda me hizo sonreír y me puso en muy buena vibra. Agregué música y vino al ritual, y fue hermoso. A eso me refiero. Pude ignorar mi corazón y pasarle por encima, y pasarla distinto. No sé cómo la hubiera pasado, pero elegí la sonrisa que me sacó el deseo de mi corazón.

En la empresa sucede exactamente igual. El tema de este artículo no salió de mi mente. Y es que estoy intentando hacer ese equilibrio pues ya he pasado por todos los síntomas que describí y me prometí a mí misma no volver a pasar por ahí. El tema del artículo salió de un oráculo, sí, unas cartas que me encantan porque justo revelan lo que está en el interior; además, lo hacen en un lenguaje metafórico, visual, de profunda sabiduría, que resulta muy inspirador. El resto lo pone la mente, ahora en armonía con el corazón ¿Te gusta la idea?

También pude preguntarle directo a mi corazón. Lo aclaro para que no se malinterprete. Lo importante es que lo que quieras concretar afuera surja de la congruencia con todo tu ser y no solo de tu mente. Especialmente porque tu mente, al estar centrada afuera, está enfocada en los demás; en competir con ellos, en complacerlos, en gustarles, en cuidarse de ellos; según los patrones de relación que hayas aprendido en tu vida. Mientras tu corazón se pone como para un meme, ¿te lo imaginas?

Tu corazón puesto en la empresa, señal de madurez, desarrollo del potencial y ausencia de estrés

Entonces, ¿cómo activar tu corazón, cómo ponerlo al servicio de la vida?, pues de hecho no hay vida real sin corazón. Una empresa con corazones activados es una empresa viva, pulsante, que se conecta con la energía universal.

Antes hay que advertir que por tantos siglos de predominancia de la mente, tu corazón, y sobre todo si eres “muy mental”, puede que esté muy bien acorazado, guardadito en una caja fuerte sin clave a la vista. Y no es para menos. Ha sido reprimido, juzgado, devaluado, sobre todo para los hombres, sí, del género masculino. Las mujeres tenemos más permiso de sentir. Heme aquí hablando del tema.

¿Cómo ir quitando la coraza, desde todas las posibilidades que tu empresa elija considerar, para convertirse en un espacio donde haya más consciencia de la necesidad de mayor equilibrio, mayor congruencia, mayor madurez y mayor plenitud de las personas?

La otra parte te toca a ti. Es tu elección, integrar o no a tu corazón en tu vida. Y no puede ser de otro modo porque requiere de un compromiso personal. Es algo que requiere constancia, paciencia, amor, confianza y valentía. Volver a sentir puede experimentarse como la muerte, puede que active tus mecanismos de defensa y quieras huir de ti mismo. El cuerpo suele rechazar aquello con lo que no está familiarizado, tanto si lo que se sientes es doloroso como amoroso. Lo primero no querrás volver a sentirlo, y lo segundo puede que lo desconozcas. Es algo que debes hacer muy poco a poco y con la contención que te haga sentir seguro. Me viene otro suspiro, una lágrima y una sonrisa a la vez, pues cruzar esa puerta vale mucho la pena, es elegir vivir la vida a plenitud.   

Conectar con tu corazón es conectar con la verdad de tu alma, con el amor universal, con un estado de felicidad, que no hace falta decir, pero mejor sí lo digo, crea proyectos y resultados abundantes, maximizados, que superan las expectativas (que son de la mente, ¡claro!)

Algunas posibilidades, para la inspiración

  1. Respirar conscientemente

Algunas empresas ya han integrado prácticas centradas en la respiración. Existen muchas técnicas y no es finalidad de este artículo enlistarlas, sino ser fuente de inspiración. Respirar conscientemente es muy poderoso, para todos los niveles corporales (físico, mental, energético) y es la mejor y más práctica manera de volver a tu centro. Te ayuda a conectar contigo, a volver a tu interior, que es el lugar más seguro en el que te puedes sostener en momentos difíciles. En tu interior está todo, hasta tu conexión con lo más divino.

Respirar conscientemente y bajo ciertas técnicas y rutinas te puede ayudar a quitar bloqueos energéticos. Los pensamientos, las emociones, las memorias corporales, son energía. Desbloquear tu energía congelada puede llevarte incluso a resetear tu identidad. Sí, el uso excesivo de la mente puede incluir el uso excesivo de máscaras o falsas identidades. Así de poderosa es la respiración consciente; te puede llevar a recuperar tu verdadera esencia 😊 

2. Integrar el juego, el placer, la alegría

¿Coincides en que sólo de nombrarlas, estas palabras te provocan una sonrisa? Si ya no lo logran, con mayor razón te recomiendo que te reconcilies con ellas. Experimentar placer es parte de la vida, salvo que te vuelvas presa de tu mente. La mente suele reproducir ideas sostenidas por el modelo de pensamiento del que hablamos, centrado en el exterior, lo visible y lo masculino; y este modelo ha destinado estas palabras para etapas y momentos específicos. El juego está reservado para la infancia; el placer, para los momentos de intimidad o incluso prohibidos, donde nadie ve. La alegría, para espacios personales y sociales, y no tanto para espacios más formales, como la empresa.

Expresiones como “gamificación” e iniciativas de empresas de la nueva era han empezado a integrar prácticas que te conectan con tu lado lúdico. Lego, por ejemplo, tuvo que usar la palabra “serio” para legitimar la metodología que aplica el juego: LEGO® SERIOUS PLAY®.

En mi experiencia con clientes, configurar una situación con “muñecos” Playmobil® permite que temas complejos o delicados se puedan abordar fácilmente, como un juego. Eso libera de tensiones e incomodidades porque desconecta la mente y conecta el corazón, la intuición.

Prácticas enfocadas en la gratitud, en el honrar (todo lo pasado, para dar paso a lo nuevo), en ritualizar tus acciones, así sean simples y cotidianas, aporta alegría a tu corazón. Agregan sentido y consciencia, y eso te conecta con tu alma, y el alma es la flamita que te mantiene conectado con la vida y con todo.

3. Sanar el niño interior

Le pensé (sí, lo pasé por la mente), si dejaba o no esta recomendación. Mi corazón dijo que sí, así que aquí está. Cuánto bien haría a las empresas, que las personas sanen su niño o niña interior. Recuerda primero que tu empresa pone una parte y tú asumes un compromiso personal.

Puede ser a través de lecturas, meditaciones y talleres, dentro de los programas anuales de capacitación. Es probable que requieras además algunas sesiones de terapia. Tu empresa puede aportar lo primero, y tú lo segundo, por ejemplo.

¿Por qué considero que es una necesidad en la que la empresa puede contribuir? Porque es una necesidad colectiva, y siendo así, todas las instituciones pueden sumarse. Además, tener pendiente el sanar el niño o niña interior genera proyecciones cotidianas en las relaciones entre las personas (en el trabajo y en todos los ámbitos), que a su vez generan conflictos, malos entendidos y consecuencias en los resultados.

Si eres muy mental quizá te descartes del colectivo que requiere sanar su niño interior. A mí me pasó. Cuando iniciaba mi entrenamiento en constelaciones familiares (casualmente, elegí entrar), en la primera clase hicieron énfasis en el compromiso que nos implicaba. Yo pensé (sí, la mente): “yo me siento bien, estoy bien, así que eso no me aplica tanto a mí”. Ríete de mí porque sólo era una señal de mi nivel de inconsciencia sobre mí misma.    

Por supuesto, la lista de recomendaciones es amplia, pero, insisto, el objetivo es inspirar ¿Estás listo, lista para hacer un cambio de mirada y normalizar el pasar por el filtro del corazón tus acciones y decisiones? Si aún lo dudas, finalizo con esto: armonizar tu mente con tu corazón te hace la vida más fácil, más relajada y más placentera ¿O prefieres seguir viviendo en el esfuerzo, la competencia y el estrés? Es tu decisión.

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Un abrazo,

Equipo Decires